Dos décadas después de la final de 1.500 metros en los Juegos Paralímpicos, José Antonio González ‘Aouita’ continúa corriendo con la misma ilusión del primer día
Antes de coger el vuelo con destino a Sidney, José Antonio González, ‘Aouita’, no pegó ojo durante varias noches. Le costaba mucho conciliar el sueño. Sabía de la responsabilidad de competir al más alto nivel con los mejores del mundo en unos Juegos Paralímpicos. Él ya había brillado con luz propia en los campeonatos nacionales y europeos, pero en Australia todo era distinto.
La mañana de la final de la prueba de 1.500 metros –de la que este miércoles, 28 de octubre, se cumplen 20 años– saltó al tartán del Estadio Olímpico con un cosquilleo en el estómago, no solo por los nervios propios de la carrera, sino porque era consciente de que había tocado el cielo.
Hizo una buena carrera e incluso en algunos momentos se codeó con los favoritos. Cruzó la línea en octava posición, por detrás del sueco Magnus Baertfors, con una marca de 4:18.57. Aquella prueba se la llevó con facilidad el australiano Paul Mitchell, la plata fue para el ucraniano Ihor Bodnar, mientras que el bronce se lo colgó el polaco Tadeusz Chudzynski.
Aouita se ganó, por su parte, el derecho de regresar a casa con un diploma paralímpico en la misma pista donde solo unos meses antes Noah Ngeny se hacía con la medalla de oro en la misma distancia por delante de El Guerrouj. «Son recuerdos imborrables. Estar en la Villa Olímpica con deportistas de tantísimo nivel, saltar a la pista y lucir la bandera de Linares en el estadio es algo que estará en mi memoria hasta el último día de mi vida», asegura el mejor atleta de Linares de todos los tiempos a El Observador.
El currículum de este deportista, que él mismo define como largo, consta de un total de quince metales internacionales, que consiguió en campeonatos de Europa y el Mundo. A estos laureles se suma una lista interminable de títulos nacionales y autonómicos hasta completar una trayectoria impecable, a la que solo le falta la guinda de la medalla paralímpica para «dedicársela a mi padre que me ve desde el cielo», destaca Aouita.
Debut con la selección
Su debut con la camiseta española se produjo en 1997 en el marco del Mitin de Lisboa (4.º en 400 metros y medalla de bronce en relevo 4×400), punto de partida de una singladura internacional concentrada de 1998 a 2004 y sumamente completa, pues ha asistido a todos y cada uno de los grandes eventos de la INAS, destacando la primera edición de los Juegos Mundiales (Global Games), celebrados del 25 de julio al 3 de agosto en Bollnäs (Suecia) y donde se quedó al borde de las finales de 800 (décimo puesto en la clasificación final) y 1.500 (undécimo).
Aouita, que formó parte de la comisión delegada de la FEDDI como representante de deportistas desde 2002 a 2013, continúa en activo a sus 48 años de edad con la misma ilusión de los primeros años, ofreciendo su testimonio de autorrealización allá donde se le reclama e involucrado en la vida deportiva y social de Linares, donde participa en iniciativas solidarias al lado de su mujer, Juani Campos, a la que conoció con 15 años. En 2003 fue distinguido con el Premio Andalucía de los Deportes.