«Ser uno de pueblos más bonitos de España es una enorme responsabilidad»

Faltan pocos minutos para que el alcalde de Baños de la Encina case a una pareja en el salón de plenos. Antonio Las Heras Cortés (Linares, 1970) se ha puesto chaqueta y corbata para la ocasión, aunque no suele ser habitual en él. Prefiere ropa más cómoda para lidiar con el día a día de un municipio que, poco a poco, va encontrando su destino.

Nos cita en una dependencia del Ayuntamiento que en nada se parece a un despacho. «No lo utilizó», afirma. Comprobamos que dice la verdad cuando cruzamos la puerta y vemos que todo está en orden y, sobre todo, que es diáfano: no hay apenas decoración y la mesa carece de un ordenador o de elementos propios de una oficina. «Solo bajo una vez al año porque el despacho soy yo», remata Las Heras, criado a caballo entre Linares y Baños.

Habla suave pero sentencia firme sobre aquello de lo que sabe más que la mayoría: su pueblo, que hace una semana se sumó a la selecta lista de Pueblos más Bonitos de España, y, dentro de un par de días, recibirá el distintivo de Municipio Turístico de Andalucía. Ahí es poco en un año durísimo para todos por la pandemia del Covid-19.

2021, sin embargo, estará repleto de retos para Baños de la Encina y para su regidor, un apasionado de la canaricultura -cría canarios de raza inglesa- y de la apicultura. Casado y padre de dos hijos -Antonio y Micaela-, no muestra ambición alguna por la política más allá de defender los intereses de los bañucos, a los que dedica «las horas que hagan falta».

Conversamos con Antonio Las Heras durante más de media hora de lo que representan estos dos reconocimientos para el municipio, sobre su labor como alcalde, proyectos de futuro y sobre Baños, mucho Baños.

¿Cómo se siente el alcalde de uno de los pueblos más bonitos de España?

—La palabra que utilizaría sería satisfecho. Desde pequeño he escuchado que Baños es un pueblo muy bonito, y los mejores embajadores de su municipio han sido los bañuscos. Pero no solo ellos, sino que todo el mundo que pasa por aquí lo dice.

Le puedo contar, como anécdota, que dentro de unos minutos casó a una pareja, él es de aquí y ella de Bailén, y me comentan que siempre que hablan de Baños les dicen que nuestro pueblo es precioso. Esta declaración confirma lo que pensamos y, además, nos lo dicen los de fuera. Por eso, me siento satisfecho y feliz.

No es un reconocimiento baladí. Hacen falta 40 indicadores para entrar en el selecto club de la Asociación de los Pueblos más Bonitos de España.

—Detrás de ese reconocimiento, hay muchísimo trabajo, pero no debemos olvidar de que nos obliga a mejorar mucho más. Estamos en este grupo porque adquirimos unos compromisos que tenemos que cumplir, porque igual que nos lo han dado, nos lo pueden quitar. Esto no es un título de por vida. Por tal motivo vamos a trabajar con predisposición en ese sentido. Considero que esto solo es el principio para potenciar la marca de Baños de la Encina.

¿Quién fue la primera persona qué le llamo para felicitarle?

—Se llama Julia María Fernández Zamora y es nuestra técnico de Turismo, Promoción y Empleo de Baños. También he recibido felicitaciones de Diputación y de otros alcaldes de la provincia, como Esperanza Chinchilla (Segura de la Sierra); Yolanda Reche (La Carolina); Alberto Rubio (Guarromán) y Domingo Bonillo (Carboneros), por nombrar solo a algunos. Mi agradecido a todos.

Lleva unos días de celebración porque también han sido declarados Municipio Turístico de Andalucía. Más no se puede pedir.

—Así es. Es un hito para Baños y para la provincia porque suma. Sin embargo, aunque parezca todo muy bonito, esto supone para nosotros un sacrificio y más esfuerzo para poder obtener después un beneficio. Todos los vecinos van a tener que aportar su grano de arena para mejorar y seguir creciendo como pueblo.

También he de decir que hemos llegado hasta aquí después de un camino largo de mucho trabajo y aprendizaje. No ha sido fácil. Vaya por delante mi agradecimiento a los bañuscos y los técnicos que trabajan con nosotros, además del apoyo de la Diputación.

Si me hiciera una visita guiada, ¿a qué sitios me llevaría?

—En primer lugar, al castillo, porque desde que se acerca al municipio lo está viendo. Una vez dentro, subiría a lo alto de la Torre del Homenaje para que disfrute de todo el entorno. Luego le daría una vuelta por las calles y dejaría para el final la sorpresa del camarín barroco de la ermita de Jesús del Llano. Es austeridad en la edificación del monumento, pero conforme se introduce en su interior no espera la explosión visual del camarín.

Al margen del patrimonio histórico y cultural, para lograr ser uno de los pueblos más bonitos de España es necesario pasar un duro examen sobre la limpieza de las calles, el tráfico, la conservación del casco urbano…

—Efectivamente. La limpieza, por ejemplo, es uno de los puntos en el que más empeño ponemos, aunque parezca sencillo. Tenemos hasta cinco personas dedicadas a esta función de manera constante y de forma rotatoria para generar el mayor número de jornales. Asimismo, adquirimos una barredora mecánica para limpiar mejor las calles. En relación con el tráfico, reconozco que es más complicado y complejo por la propia orografía del pueblo. Ahora todo el mundo tiene coche y aparcar no resulta fácil. Nos queda mucho por mejorar en este aspecto y vamos a esforzarnos en ello.

Como cualquier objetivo, no solo es importante conseguirlo, sino mantenerlo.

—Estos reconocimientos son una obligación para el Ayuntamiento y para los ciudadanos. Como le he dicho antes, ya sabemos lo que somos y ahora nos toca a todos mantener lo conseguido. Conozco perfectamente a los bañuscos y sé que vamos a cumplir con creces porque siempre hemos sido valedores y veladores de nuestro patrimonio. Muchas fachadas son tan bonitas porque los propios vecinos se encargado de su cuidado. Aquí no tenemos que estar encima de la gente. Muchos saben cómo hacer las cosas. Nuestra responsabilidad es decirle en lo que se equivocan para corregir los errores. Lo que está claro de que es un compromiso de todos y un proyecto para todos.

Hablando de proyectos. Cuénteme qué tiene en mente para el futuro.

—Entre las iniciativas que queremos llevar a cabo, a partir del año que viene, se encuentran el embellecimiento de las dos entradas a Baños, la Avenida de Linares y la de José Luis Mesías. También vamos a empezar a soterrar cables, mejorar la señal eléctrica y queremos ver de nuevo el torreón medieval del pueblo que en 2011 desmontamos piedra a piedra y lo tenemos guardado en una nave. Lo vamos a reconstruir de nuevo. El próximo año está lleno de retos para Baños de la Encina.

Baños será un polo de atracción turística que beneficiará también a su entorno.

—Entiendo que será así. Baños será el epicentro, pero municipios como Linares, Guarromán, Bailén o La Carolina podrán aprovecharse de estos reconocimientos y ofrecer cosas distintas, así como servicios y recursos que nosotros no tenemos. Creo que toda la comarca salimos ganando.

¿Cómo lo ha recibido la oposición?

—Bien. Me doy por satisfecho de que, a través de las redes sociales, se han alegrado de todo esto. Seguro que se sentirán muy felices de lo conseguido.

Lástima que la pandemia no haya permitido celebrarlo como se merece.

—No se preocupe que lo celebraremos en su momento. De hecho, estamos trabajando en ello porque tiene que ser un día grande para el municipio.

¿Cómo se trabaja en un municipio pequeño desde la austeridad y lograr las metas?

—Pues mirando muchísimo por cada céntimo, siendo muy colaborativos, pidiendo ayudas, llegando a acuerdos con los proveedores y trabajando con gente que lo hace de manera altruista. Son muchos los factores que influyen.

Vamos que están saneados y pagan en tiempo y forma.

—Por suerte, no tenemos deuda y, como usted dice, pagamos en tiempo y forma. En diez o quince días, nuestros proveedores han cobrado.

Dan ganas de venirse a Baños a vivir.

—El error es no venirse porque cuando ve uno lo que tiene y lo a gusto que se vive, pues que quiere que le diga. Además, tenemos a cinco minutos municipios como Linares o Bailén y, como le he dicho, una Administración completamente saneada.

Somos un pueblo muy acogedor, con un alcalde que no tiene despacho porque el despacho soy yo. La puerta de la Alcaldía nunca está cerrada para nadie.

Antes hemos hecho la visita guiada, pero va siendo hora de que me lleve a comer. ¿Dónde iríamos?

—Le llevaría a comer carne de monte porque es típica de aquí, aunque antes degustaría el cucharro -pan, aceite y bacalao-. Tenemos grandes establecimientos en los que disfrutar de nuestra gastronomía, como el Hotel Baños y los restaurantes Mirasierra o el Palacete María Rosa, entre otros.

Es un político al alza. ¿Tiene aspiraciones de llegar lejos?

—La política me gusta mucho y soy un alma inquieta, pero si le digo la verdad nunca he tenido aspiraciones políticas más allá de mi pueblo. De hecho, cuando me enteré que iba a ser el alcalde de Baños, lo primero que hice fue llorar y decírselo a mi familia con la voz entrecortada.

El otro día le dije a mi compañero José Latorre -Secretario de Política Municipal del PSOE de Jaén y senador- que en mi primer viaje a la Diputación también lloré mucho, pero no de alegría, sino por la responsabilidad de representar a mis vecinos. Insisto no quiero irme de mi pueblo y solo lo haría para ser presidente del Universo (risas).

¿Confía estar en todas las fases que viene a partir de ahora tras las dos últimas alegrías?

—Espero estar en el principio, que es el que me toca, y cumplir cada una de las metas que nos propongamos. Políticamente no miro más allá de 2023. Me presentaré a la reelección, si la gente de mi equipo y la militancia quiere y me apoya. Lo que no pienso es aspirar a ser alcalde si considero que hay personas mejores y más válidas que yo, o si los bañuscos consideran que mi tiempo en la Alcaldía ha acabado.

Su honestidad sorprende en una clase política tan cuestionada.

—Soy hijo de mi padre, hijo de mi pueblo y padre de mis hijos. Lo que intento es ser una persona más en Baños y trabajar por él, porque lo llevo dentro. Me gusta servir a los demás y estos son los que deciden. El día que no me quieran me marcharé a mi casa con la misma felicidad con la que tomé el bastón de mando.

Esta es una etapa de mi vida de la que estoy disfrutando, con sus días buenos y malos. Si la semana que viene me tengo que marchar, me voy, se lo aseguro. Por eso no me hago acreedor del despacho de Alcaldía, ni del móvil, ni siquiera de un bolígrafo. Nada de este Ayuntamiento es mío. Le puedo decir que no tengo llaves de edificio municipal alguno. Cuando tengo que entrar en un sitio, pido permiso para que me abran. Esto no es mío, es del pueblo.

Días, como las que estamos viviendo, nos deben servir de ilusión, pero también de enseñanza para el futuro para que de verdad seamos capaces de sacar cosas positivas.

Fotos: Javier Esturillo

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  1. Grandísimo Alcalde que ya lo quisiera yo para mi pueblo. Solo decirle a los bañuscos, que tienen mucha suerte de disfrutar de un Alcalde como Antonio Las Heras, pero más aún de tener un vecino con tanta pasión por su pueblo y su gente, y sobre todas las cosas, un hombre con un gran corazón. Felicidades a todos los bañuscos por ese galardón y en especial a Antonio, que lo ha logrado con esfuerzo y tesón.

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