Natalia Hidalgo posee un currículum brillante, está entre las mejores triatletas de España y con solo 19 años es campeona universitaria de Estados Unidos
Quizá su nombre no le suene a nadie en su ciudad natal, pero en el mundo del triatlón es una de las deportistas más valoradas y con mayor proyección del país. Se trata de Natalia Hidalgo Martínez, una linarense de tan solo 19 años que pisa fuerte en una de las disciplinas deportivas más exigentes, en la que debe ser la mejor en natación, ciclismo y atletismo.
Posee un currículum tan brillante como extenso. Ha sido sexta en dos pruebas de la Copa de Europa júnior de este año (Belgrado y Banyoles), quinta en el Europeo de 2019 de Riga, plata en el Campeonato de España júnior (modalidad sprint) del curso pasado y oro en el Nacional por equipos, metal que también conquistó en el Universitario de Estados Unidos, donde cursa segundo de Ciencias Políticas en la Universidad Davis y Elkins, en Virginia.
Sus padres, ambos de Linares, se trasladaron a Murcia antes de que ella naciera en el Hospital San Agustín en 2001. Juan Carlos Hidalgo Rodríguez se mudó a Cartagena para completar sus estudios de Ingeniería en la Universidad Politécnica, y su madre, Ana Martínez Montoya, le siguió los pasos y se instalaron en el municipio murciano de Alguazas, donde ella se he criado, aunque sin perder de visita sus orígenes. «Siempre hemos estado viajando a Linares para visitar a la familia. De esta manera, establecí un vínculo especial con la ciudad. El contraste entre la huerta murciana y las formaciones montañosas de la Sierra del Segura que atravesábamos para ir a Linares despertaban mi curiosidad en cada viaje.», declara a El Observador.
Su carrera deportiva comenzó muy pronto en el CN Fuensanta. «Con 10 años me apunté a natación, por hacer algo. Y a los dos meses de estar en la piscina crearon un club de triatlón. Necesitaban niñas y ahí me metí, sin tener ni la menor idea de lo que era el triatlón. Desconocía por completo este deporte, pero me tiré al río», rememora Natalia.
Tiene un físico privilegiado que cultiva a base de esfuerzo y sacrificio durante horas de entrenamiento. «Poco a poco, el triatlón ha ido abriéndose un hueco en mi vida hasta el punto de que forma parte de ella, o incluso se podría decir que es mi vida», cuenta con orgullo. Hace menos de un mes, en su debut en la categoría élite, obtuvo un meritorio vigesimoprimer puesto en la Copa de Europa de triatlón celebrada en Barcelona, con una marca de 01:05:14. La ganadora fue la francesa Mathilde Gautier. En la prueba masculina el vencedor fue el noruego Kristian Blummenfelt, seguido del gallego Javier Gómez Noya.
Natalia Hidalgo no es solo disciplinada en su modalidad deportiva, sino también en los estudios. No en vano, ha sido becada en Estados Unidos, país en el que ostenta el título de Fresham of the Year (mejor triatleta universitaria de primer año) y All-American Honors (todos los honores americanos). «Irme a Estados Unidos ha sido una de las mayores oportunidades de mi vida», asegura.
Actualmente vive en Lugo, en un piso que paga ella y que comparte con tres chicas «mayores» que «no tienen nada que ver con el triatlón». No volverá a América hasta enero. «La pandemia en aquella zona anda desbocada y en verano hablé con mi entrenador y con la gente de la universidad. Entendieron mi situación y decidimos que me quedara en Lugo, que es una de las ciudades de España donde menos impacto ha tenido el coronavirus. Aquí entreno con la gente de mi club, el Cidade de Lugo, y tengo una calidad de vida que en Estados Unidos ahora mismo no podría tener. Estoy haciendo las clases vía telemática», apunta.
Con el Cidade de Lugo se proclamó campeona de España el pasado octubre. «Es el mejor club del país y me dan muchas facilidades», subraya. Razón lo le falta cuando se ve la nómina de triatletas que da al deporte español Galicia, entre los que destaca el varias veces campeón del Mundo y plata en las Olimpiadas de Londres 2012, Javier Gómez Noya, plata en Londres.
Los sueños de Natalia Hidalgo, como cualquier joven y, además, atleta de alto nivel, pasan por seguir mejorando los resultados día a día, si bien concentra sus energías en las copas de Europa y del Mundo. «Para eso quiero tener una continuidad entrenando que me ayude a mejorar y ver hasta donde soy capaz de llegar. Como soy una persona que vive día a día, me centro en dar la mejor versión de mí misma en cada entrenamiento porque sé que los grandes resultados surgen de las actitudes y pequeños esfuerzos diarios. En conclusión, mi sueño es poder compaginar el triatlón y mis estudios sin tener la necesidad de renunciar a uno para poder continuar haciendo el otro», concluye la internacional linarense.
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