El conjunto de Alberto González tiene en su mano la clasificación para la Primera RFEF y la lucha por el ascenso a Segunda División
El partido del domingo (18 horas) en El Arcángel puede ser el punto de inflexión definitivo para que el Linares meta la cabeza en la Primera RFEF (Segunda B Pro) y sueñe con luchar por el ascenso a Segunda División A. El conjunto de Alberto González depende de sí mismo para lograr ambos objetivos, pero para ello debe seguir sumando puntos ante rivales directos.
Y el encuentro ante el Córdoba ha cobrado una especial importancia dada precisamente la situación de privilegio que tiene el Linares -es líder del subgrupo- y las necesidades de su adversario por no perder el tren de los puestos altos.
Los azulillos han trabajado durante toda la semana con la tranquilidad y cargada de ilusión después de la victoria frente al Real Murcia, pero con la preocupación de verse las caras ante un rival de empaque, construido con la única meta de regresar a la Liga del Futbol Profesional.
El Linares se presentará en El Arcángel con unos números envidiables: Es el segundo máximo anotador del Subgrupo 4B con 18 dianas, solo por detrás del Sevilla Atlético (22), y la mejor defensa (10 tantos en 14 encuentros tan sólo). Además, ha sabido reponerse muy bien a sus momentos de adversidad, desde el principio hasta la semana pasada, cuando, tras caer sorprendentemente por 0-3 frente al filial sevillista venció con solidez por 2-0 al Real Murcia.
El choque tendrá un significado especial para Fran Morante, José Cruz, Fran Lara y Hugo Díaz, los cuatro futbolistas cordobeses que forman parte de la plantilla del Linares, donde milita otro jugador con pasado cordobesista, el portero Razak Brimah.
Foto: Linares Deportivo