Menores tutelados: el dinero sin respuesta

2
925

El cartel electoral posado por VOX esta semana en el Metro de Puerta del Sol provocó un aluvión de reacciones, y estupefacta ante unas y otras, yo, que debe de ser que vivo en otro mundo, lo único que podía preguntarme era: “¿Pero cómo va a costar el alojamiento y la manutención de un niño en una residencia 4.700 euros al mes?”

Lo mismo me da que sean niños marroquíes que saltaron la valla, niños nigerianos llegados en patera, niños marcianos llegados a bordo de un platillo volador o niños españoles cuyas custodias han sido retiradas a sus familias y entregadas a la administración, que son por cierto la mayoría de los residentes de tales instituciones.

Pues bien, no eran ni cinco ni dos, sino NUEVE MIL OCHOCIENTOS TRECE los euros mensuales -mastiquen la cifra- que adjudicaba la Junta de Andalucía por cada uno de los menores tutelados en un centro público según el informe de fiscalización del programa presupuestario de Atención a la Infancia del ejercicio 2017 realizado por la Cámara de Cuentas de Andalucía.

Có-mo se co-me u-no e-sas ci-fras.

Alguno de ustedes habrá vivido de cerca la experiencia de alguno de esos centros, ya sea por vecindad, profesión o por desgraciadas circunstancias familiares o judiciales. ¿Puede alguien tragarse que mantener a cada uno de esos niños, a quienes se procura alojamiento, alimentación, educación en colegios o institutos públicos, sanidad pública y supongo en algunos casos acompañamiento socio-educativo o terapéutico cuesta dos, tres, cinco, siete o diez mil euros al mes?

¿Cómo es entonces que la pensión mínima entre progenitores separados corresponde a 150 euros mensuales por niño? ¿Cómo criamos los demás a nuestros hijos? ¿Alguien ha visto que los dormitorios de esos centros para menores sean suites de hotel de cinco estrellas, que esos niños vayan vestidos con ropas de marcas de lujo y que coman jamón de bellota y solomillo mañana tarde y noche? Porque yo no.

Desde hace años, de vez en cuando me he encontrado con alguna publicación de alguna familia o madre soltera desesperada a quien, tras haber acudido a servicios sociales por cuestiones económicas graves, le ha sido retirada la custodia de sus niños para ponerlos bajo tutela administrativa por motivo de “desamparo”.

En algunas de esas publicaciones he leído la denuncia de esas familias diciendo que se les llevaban a los hijos porque por cada niño una “mano negra” se ganaba una pasta. Uno piensa que eso es imposible, que en la familia tiene que suceder algo realmente grave a nivel conductual, algo que haga que esos niños no deban seguir viviendo en un ambiente determinado y que la administración acude a protegerlos, extrayéndolos de un núcleo terriblemente nocivo o disfuncional.

Y es que suena sencillamente inconcebible que por no tener ni para dar leche o yogures a tus hijos, efectivamente desamparados, la administración pueda, en vez de complementar tu presupuesto doméstico para garantizar su manutención, llevárselos a un lugar ajeno a tus abrazos y desde el que alguien o algunos pueda repartirse esos dos, cinco, siete o nueve mil que corresponden por chiquillo.

Sin embargo, a menos que alguien me desglose el importe, me resulta cuando menos difícil de creer que alojar a un niño en un albergue y vestirlo de aquella manera cueste dos o tres veces lo que alojar tres semanas a una familia entera en un hotel de tres estrellas a pensión completa en pleno agosto en Almería, con animadores en la piscina, conciertos, actividades, servicio de habitaciones y fisioterapeuta buenorro por si te da un tirón haciendo aquagym tras el opíparo desayuno continental.

Qué quieren que les diga, suena a gato encerrado, a gato gordo apestando a Château Lafite-Rothschild, acariciando billetamen e informes con sellos húmedos, gigantes “Desamparo”.

Vuelvo a explicarlo: si usted se separa, mantener a su hijo cuesta oficialmente ciento cincuenta (de pensión alimentaria) más lo que ponga usted con su sueldo de mileurista si tiene la suerte de tenerlo, pero si ese mismo hijo pasa a ser custodiado por la administración, ya necesita un presupuesto individual de unos cuantos miles euros mensuales y eso, no se lo pierdan, para vivir en un albergue, vestir con los zarrios que le pongan, sin Nintendo Switch, ni Nike Jordan ni caprichito ninguno, ir al colegio público que le toque, con su comedor maravilloso que ni el Can Roca, pero oigan, que cuesta nueve mil. O cuatro mil, lo mismo me da. ¿Y esto nos lo tenemos que tragar porque sí?

Para un niño – cualquier niño- lo que haga falta: si son trescientos como si son trescientos mil. Mientras al parecer sigue sobrando para coches oficiales, mamandurrias, peluqueros y caterings en los ministerios, mil veces prefiero que vaya para ellos. Ahora bien, que no nos hagan comulgar con ruedas de molino: ¿viven de lujo los niños tutelados? No. Si no lo hacen ¿adónde va la pasta, ingente, de cifras obscenas, presupuestada para mantenerlos?

2 COMENTARIOS

  1. Tengo informes,del año 2000,de la estructura, que hay creada ,en torno a este tema, y es una barbaridad, estructuras dónde hay creados puestos de trabajo, cómo pago de servicios políticos.
    Esperanza Aguirre, decía, que salía más económico, enviarlos a un colegio a Suiza

DEJA TU COMENTARIO

Por favor introduce un comentario
Por favor introduce tu nombre aquí