Linares ha sido cuna de algunos de los intérpretes más relevantes de la historia del flamenco desde su orígenes en la ciudad en los cafés cantantes del siglo XIX
La historia de Linares está intrínsecamente ligada al flamenco. De las profundidades de su tierra han emanado algunos de los intérpretes más relevantes del cante jondo, al amparo, por su puesto, de la taranta. Desde Coronel de Linares hasta Belén Vega, pasando por la insuperable Carmen Linares, Manolo de Linares, Gabriel Moreno, Sonia García, Coronel Chico… y un largo etcétera.
En el décimo aniversario de la declaración del Flamenco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, la ciudad ha celebrado la efeméride con distintos actos y, sobre todo, recordando aquellos humildes orígenes en los cafés cantantes del siglo XIX, donde se respiraba arte por los cuatro costados. No en vano, fueron los verdaderos divulgadores de la cultura andaluza a través del cante más puro hasta su desaparición a principios del pasado siglo.
Todo ello sin olvidar las peñas, templos del flamenco repartidos por distintos barrios que mantienen vivo el espíritu más hondo de larga estirpe de cantaores, guitarristas y bailaores que ha dado esta tierra.
Y, por supuesto, el estandarte de Linares, su Concurso Nacional de Tarantas, por el que han desfilado los más grandes, como Fosforito, Lebrijano, Camarón de la Isla. Luís de Córdoba, Joselete, Chiquetete, Poveda, Carmen Linares o María Toledo, entre una larga lista de artistas consagrados.
Organizado por el Ayuntamiento, a través del área de Cultura, con la inestimable colaboración de las diferentes peñas flamencas, no solo conserva a lo largo de los años el viejo cante jondo o grande (segurillas, deblas, soleares, martinete … ), sino también del llamado cante de Levante, en el que está incluida la taranta minera.
