Noelia Justicia Jiménez (Linares, 1986) se vuelve a sentar en el diván de El Observador para someterse a una batería de preguntas sobre el presente y el futuro de la ciudad dentro de sus competencias, que, por otro lado, han aumentado desde que el pacto de Gobierno saltó por los aires.
A diferencia de aquella entrevista de septiembre, la edil de Economía y Hacienda, además de Desarrollo Económico, Empresa, Emprendimiento, Universidad y Contratación, no nos cita en un parque, sino en su recién estrenado despacho en las dependencias anexas del Palacio Consistorial. Lo que más llama la atención de la oficina son los cuadros y una caja fuerte restaurada de color verde. «Es una pasada», dice con orgullo.
Noelia Justicia asegura que no ha cambiado, que sigue siendo la misma de siempre, pero lo cierto es que los últimos meses han dejado huella en su rostro. Lo que sí mantiene es la «ilusión» del primer día por hacer algo grande por los linarenses.
Sigue a bordo del mismo barco, remando contra viento y marea, convertida en referente del equipo de Gobierno. Confiesa que, a estas alturas de la película, le preocupa mucho más la gestión en el Ayuntamiento que lo que pueda suceder con Ciudadanos.
Defiende sus ideas con vehemencia, sazona sus argumentos con multitud de referencias a la honestidad y encaja con una sonrisa cada contrarréplica, aunque tras ella se escondan muchas noches sin dormir y más de una lágrima.
—Han pasado nueve meses desde su última entrevista en este periódico. ¿Qué ha cambiado en todo ese tiempo para que el linarense se sienta más optimista?
—Aunque han sido meses muy duros, se debe sentir optimista porque Linares es una ciudad que tiene todo el coraje del mundo porque así lo ha demostrado a lo largo de su historia. Además, cuenta con unas capacidades y unas oportunidades que están por encima de cualquier tipo de crisis o inconveniente. Y deben ser optimistas también porque tiene a la Administración pública de su lado.
—En esos ocho meses la ciudad ha sido testigo de momentos, como usted dice, realmente duros, pero ¿cuál ha sido el peor para usted?
—Honestamente el peor momento que he vivido en estos meses fue el día que acompañamos a los trabajadores de El Corte Inglés en la concentración por el cierre del centro comercial. Ese día fue muy duro.
—¿No hubo manera de evitar su cierre?
—No tuvimos capacidad de mantener el centro. Era una decisión global que no dependía solo de la tienda de Linares.
—¿Cree que la gente ha llegado a entender que la marcha de El Corte Inglés, Zara o Springfield, por nombrar algunas franquicias que se han ido de Linares, son decisiones que van más allá de un Ayuntamiento?
—Nadie logra entender que a una ciudad se le someta a tanto sufrimiento y en tan poco tiempo. Nosotros podemos explicar de mil maneras distintas que son decisiones empresariales de ámbito estratégico, pero a la gente le duele lo que pasa en su ciudad. Y, a pesar de que ya han pasado unos meses, todavía los linarenses siguen sin entender que hayan cerrado El Corte Inglés. A pesar de que es, como le he dicho una decisión global, y nos la han explicado por activa y por pasiva, a día de hoy sigo sin compartirla.
—Y usted, ¿cómo se encuentra?
—¿En relación a la última entrevista?
—Sí.
—(Suspira) Bueno, prácticamente igual.
—¿Pero algo más ilusionada estará, imagino?
—Siempre he estado ilusionada porque desde que comenzó el mandato he creído firmemente en las capacidades y posibilidades de esta ciudad. Creo en el proyecto que tenemos para esta ciudad y creo en el trabajo que estamos desarrollando.
—¿Dígame cuál es ese proyecto?
—El principal proyecto en el que trabajamos cada día es gestionar de manera honesta los recursos que tiene y ha tenido siempre esta ciudad a disposición de los linarenses. Lo hacemos seriedad y muchísimo rigor. Linares cuenta con una tradición cultural, gastronómica, comercial, industrial, arqueológica… Como dijo el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, es un pequeño espacio muy importante de Andalucía que requiere del trabajo y del compromiso de todas las instituciones.
—Poner todos los huevos en el mismo cesto -Parque Empresarial Santana-, ¿no cree que puede ser peligroso si no va acompañado de otras alternativas o salidas económicas?
—Eso es lo que estamos haciendo. Quiero recordarle que comenzamos el mandato bajando el precio del suelo industrial y, por este motivo, ha venido Cofares. También estamos desarrollando planes de diversificación e impulso del comercio. Trabajamos, de la misma manera, en el impulso de las infraestructuras públicas, con la renovación, por ejemplo, de todo el alumbrado de la ciudad. Lo que le quiero decir con esto es que el Parque Empresarial Santana es solo una pata más de todo lo que estamos desarrollando.
—Lo del alumbrado público no es exclusivo de Linares. Hay otros muchos municipios que lo están renovando porque se trata de dinero procedente de Europa. No creo que sea algo excepcional de este equipo de Gobierno como para sacar pecho o apuntarse un tanto.
—La diferencia es que aquí lo estamos gestionando de manera excepcional. Quiero recordar que la liquidación del último presupuesto de esta ciudad tenía un nivel de ejecución en el anexo de inversiones del 4 por ciento. Estamos impulsando obras e infraestructuras públicas como últimamente no se ha hecho.
—¿No se hacían obras antes de que ustedes llegaran?
—¿En Linares? ¿Dígame cuántas infraestructuras se han hecho en los últimos diez años? Yo le estoy dando datos objetivos. El último presupuesto que liquidé de ejercicios anteriores tenía un nivel de ejecución en el anexo de inversiones, repito, del 4 por ciento.
—¿Cuál ha sido la ejecución en 2020?
—Ese dato no lo tengo todavía, pero le aseguro que es muy superior.
—Hablando de presupuestos, seguimos sin ellos cuando vamos a entrar en el mes de junio.
—(Respira y frunce el ceño) Sigue sin presupuestos porque, en el último trimestre de 2020 y el primero del presente año, ha sido muy importante para este equipo de Gobierno desbloquear proyectos y expedientes mastodónticos para la estructura de este Ayuntamiento, pero que son estratégicos para esta ciudad.
No tengo reparo en reconocer que gestionar, sacar adelante y aprobar el expediente de Santana ha bloqueado una parte importante del Ayuntamiento. Y ha sido así porque teníamos una situación dramática en materia de recursos humanos. En el momento que hemos cogido el área de Personal y hemos dotado de profesionales los departamentos de Hacienda y Contratación, entre otros importantes de esta Administración, se han agilizado mucho los trámites. Por eso, ahora estoy en disposición de sacar el proyecto de presupuestos.
—Esas son sus expectativas, pero la realidad es que están en minoría, por lo que dependen de la oposición para aprobar los presupuestos.
—Voy a presentar unos presupuestos con tres líneas muy marcadas. Por un lado, la recuperación de la economía local; luego, dotar de los recursos suficientes y necesarios las cuentas para atender a cada uno de los colectivos en riesgo de exclusión social y con necesidades en esta ciudad y, por último, contar con un armazón que nos permita desarrollar todas las inversiones. Pienso que si la oposición rechaza esos presupuestos con esos tres pilares se niega a trabajar por Linares.
—El principal partido de la oposición ya les ha advertido de que no les dará un cheque en blanco a cambio de su voto en el pleno de presupuestos.
—Nosotros nos vamos a sentar con todos los partidos de la oposición con honestidad. Lo importante en esta negociación es que dejemos a un lado nuestras siglas y los intereses de los partidos para centrarnos en lo que verdaderamente importa que es Linares. Si somos capaces de eso, creo que aprobaremos, entre todos, unos buenos presupuestos para Linares.
—¿Qué novedades introducen las cuentas de 2021?
—Principalmente vamos a impulsar proyectos que son muy interesantes para la ciudad, con un nuevo enfoque y planteamiento de la Edusi (Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado). El área de Desarrollo Económico mantendrá un peso importante con un buen paquete de incentivos y ayudas a las micropymes y a los autónomos. Además, incluye varias intervenciones que no me corresponden a mí anunciarlas porque son de mis compañeros.
—Es obvio que si van a reconfigurar la Edusi es porque estaba mal planteada.
—No, no estaba mal planteada. Simplemente lo que vamos hacer es adaptar estos fondos a nuevas anualidades, y hay determinados proyectos, como es el caso del alumbrado público que, al contar con otra financiación, precisa de una reconfiguración para ajustarlos a una nueva realidad.
—¿No habrá más cambios?
—Se van a tocar más proyectos de la Edusi.
—¿Me puede decir cuáles son?
—Hemos detectado que hay intervenciones que no cuentan con el respaldo social suficiente, por lo que no vamos a sacar adelante algo en lo que se está en contra.
—¿Se refiere a la pista de atletismo?
—Sí.
—Por lo tanto no se va a ejecutar tal y como está planteada.
—Así es. Lo que vamos hacer es desarrollar una intervención en el ámbito del fomento del deporte y vinculada a una forma de especial protección social, que es lo que viene definido en la propia Edusi. Corporaciones anteriores, en su momento, definieron el proyecto que hay ahora mismo encima de la mesa de la rehabilitación de la pista de atletismo del Mariano de la Paz, olvidándose de otras instalaciones deportivas que se pueden rehabilitar y mejorar, como San José y el propio Municipal de Linarejos.
—¿Lo que me quiere decir es que parte de la Edusi irá para el campo de fútbol?
—(Piensa durante unos segundos) Nuestro deseo es apoyar todo lo posible a nuestro club -Linares Deportivo- porque consideramos que es uno de los elementos de promoción territorial más importantes de los que disponemos. Si podemos lo vamos hacer.
—Entiendo que contarán con el apoyo de la Junta para la rehabilitación de Linarejos.
—Estoy hablando de la Edusi. Ahora bien, la Junta de Andalucía ha mostrado de forma clara y concisa que apoyará económicamente la mejora de las instalaciones del campo de fútbol. Ambas administraciones estamos en la misma sintonía. Además, consideramos que su ubicación es la mejor, ya que está enfrente del Parque Empresarial Santana y en el entorno del barrio de Santa Ana. Creemos que su rehabilitación ayudaría a recuperar toda esa zona.
—Volviendo a los presupuestos, ¿incluirán más modificaciones fiscales?
—Creo recordar que este año ya hemos suspendido las tasas de veladores y de venta ambulante y no tengo inconveniente alguno en anunciarle que suspenderemos otras tasas.
—¿Cómo van a recuperar ese dinero que dejarán de ingresar?
—Hablamos de tasas que no suponen un desequilibrio importante para el Ayuntamiento. Nos financiamos con otros impuestos, por lo que se pueden suspender sin que nos afecte demasiado.
—Si le pregunto por la limpieza viaria, ¿la pongo en un compromiso?
—No.
—¿Pasará a manos de Resurja (Diputación)?
—Si puede pasar a manos de Resurja y es lo mejor para la ciudad y los trabajadores, así se hará.
—¿Ese asunto está encima de la mesa?
—Es público y notorio.
—¿Se siente más mayor después de casi dos años en la primera línea de la política municipal?
—Tenga la misma vitalidad que cuando entré e, incluso, más ilusión.
—¿Qué le mueve?
—Simple y llanamente trabajar por mi ciudad. Es algo que no todo el mundo puede vivir. Y, a pesar de lo duro que está siendo esta legislatura, voy a estar siempre agradecida a los linarenses por habernos dado esta oportunidad.
—La última vez que la entrevisté me reconoció que se había emocionado en más de una ocasión desde que es concejal. ¿Le ha vuelto a pasar?
—Sí. Lloré el día de la concentración de El Corte Inglés y en otros momentos por impotencia cuando las cosas no salen como uno quiere o por ver la tristeza reflejada en la cara de muchos vecinos de esta ciudad. Si hablo de estos problemas, me podría a llorar ahora mismo (su rostro se entristece de emoción). Los meses que nos han tocado vivir han sido crueles con esta ciudad y para este equipo de Gobierno ha sido muy duro.
—Pero, a partir de ahora, habrá más sonrisas que lágrimas.
—Vamos a hacer todo lo posible para que así sea, es nuestra obligación. El llanto solo es una forma de desahogo para seguir adelante. Nuestro único objetivo es dejarnos la piel para que esta ciudad sonría lo antes posible y con la mayor certeza posible.
—¿Cuál es la situación de su partido después de los últimos acontecimientos?
—Ciudadanos es un partido que está atravesando momentos complicados, eso es una realidad que a nadie se le escapa.
—¿Existe en Linares? Se lo pregunto porque la mayoría de los linarenses conocen a los líderes del PSOE o del PP, pero me arriesgo a decir que pocos saben quién es la nueva coordinadora local.
—Claro que existe y tiene su agrupación local, cuya coordinadora es Elena Ramírez. Dicho esto, he de reconocer que es un partido que no ha estado lo suficientemente abierto a la sociedad, y quizá esto lo esté pagando.
—¿No cree que se está perdiendo la marca en la ciudad a pasos agigantados?
—Ciudadanos y cualquier partido perderá su posición en el mismo momento que no se dirija a su votante con un mensaje claro, sencillo y transparente. Esta formación ha demostrado con creces que cuando se ha dirigido al votante liberal de una forma clara y honesta ha obtenido buenos resultados. No podemos ocultar, por el contrario, que se han cometido muchos errores y, en este sentido, es posible que una buena parte de los votantes no vuelvan a confiar en nosotros. Algo lógico, por otro lado, en un partido de centro.
—Resulta paradójico esa pérdida de músculo para una formación con tan poca historia y que venía a cambiar la política.
—Ciudadanos ha vivido una etapa en la política española muy convulsa y complicada, con situaciones realmente complejas en las que ha cometido muchos errores.
—¿También en Linares?
—Teniendo como referencia la última cita electoral, creo que nos ha ido bastante bien, pasamos de dos a cinco concejales. Fue un buen resultado. Lo que ocurre es que desde el ámbito local no puedes cambiar o modificar las otras estructuras del partido. Por lo tanto, las decisiones que se han tomado en otros órganos del partido le han afectado, obviamente, a Ciudadanos Linares.
—Dicen los analistas políticos que para desarrollar un proyecto siempre son necesarios dos mandatos, ¿les dará tiempo a cumplir todo lo que prometieron, teniendo en cuenta que a ustedes les ha tocado lidiar con una crisis sanitaria sin precedentes?
—Nosotros estamos corriendo mucho para desarrollar proyectos equilibrados y honestos que son buenos para la ciudad. Creo que en esa medida tendremos tiempo suficiente para llevar a cabo lo que tenemos entre manos. Nunca se sabe lo que puede pasar en una siguiente legislatura.
—¿Usted qué va a hacer?
—Ahora mismo estoy centrada en la gestión del Ayuntamiento. Bastante tengo como para ponerme a pensar en el siguiente mandato. Nos quedan dos años muy duros por delante.
—Dicen por ahí que puede dar un cambio de aires. ¿Está entre sus planes marcharse a otro partido?
—No tengo ningún plan más allá de gestionar el Ayuntamiento de Linares.
—¿Cilu era una china en el zapato del equipo de Gobierno?
—Sí.
—¿Por qué?
—Porque nos paralizaba internamente la gestión del Ayuntamiento. No compartíamos estrategias de trabajo y no cohesionamos bien como grupo. Eso pasa muchas veces en los pactos. Somos personas y hay veces que no acabas de entenderte.
—¿El Ayuntamiento es una reino de taifas o realmente están coordinados?
—Hay áreas que están más coordinadas que otras. En el caso de Hacienda, tiene que estar coordinada con todos mis compañeros y ellos coordinados conmigo. Evidentemente existe cohesión, aunque esta depende, como es lógico, de cada departamento.
—¿Por qué los plenos son un «cachondeo»?
—Lo son porque me da la sensación de que se han perdido las formas y el respeto al máximo órgano de representación de la ciudadanía linarense.
—¿Por culpa de…?
—Un poco de todos y de lo que se lleva vivido en ese salón de plenos. También de la situación política actual y de que en esta Corporación hay muchos concejales que son inexpertos. Es una combinación de cosas, y es cierto que dije eso de que el pleno era un cachondeo porque hay veces que desde el exterior se percibe esa sensación de guirigay.
—¿En ese salón de plenos hay políticos que ya están amortizados?
—No me gusta hablar en esos términos. Son personas y se merecen el máximo de los respetos. Otra cosa que es que uno debe saber llegar y también irse.
—¿Quién lleva la voz cantante dentro de la oposición?
—No veo nadie relevante que lleve la voz cantante. Honestamente pienso que es una oposición coral.
—¿Es leal con el equipo de Gobierno?
—Hasta la fecha no lo ha sido. Espero que en los próximos meses lo sea por el bien de Linares.
—Quiero que me hable ahora del nuevo mercado de abastos.
—Es un proyectos muy bonito, que va a quedar magnífico y va a regenerar toda su área de influencia. Y es un proyecto necesario y justo para esta ciudad. Lleva cierto retraso, pero le aseguro que los linarenses se van a sentir orgullosos de él. Será un mercado moderno sin perder los toques tradicionales de una plaza de abastos. Creo que va a acoger muy bien a todos los minoristas y comerciantes que estaban anteriormente en el mercado, pero también servirá como estímulo a las nuevas generaciones que quieran dedicarse a este oficio tan bonito.
Combinará la venta directa de productos con la gastronomía, la hostelería, la cultura… No será solo un mercado de abastos, sino un espacio al que se pueda acudir a disfrutar cualquier día de la semana.
—¿Qué va a hacer este verano?
—Pasear mucho por Linares y disfrutar con mis amigos y mi familia de las terrazas de mi ciudad. Pero lo que más deseo es que este sea un verano lo más normal posible para todos.
Fotos: Désirée Vicente
Totalmente convencido un FLORERO