Antonio Reyes decidió establecerse en la calle Canalejas tras el derrumbe del antiguo mercado de abastos y, hoy en día, su negocio es toda una referencia en el barrio
Antonio Reyes nunca olvidará aquel 11 de marzo de 2018 cuando una fuerte ráfaga de viento se llevó por delante todas sus ilusiones. La caída del antiguo mercado de abastos de Santiago sepultó la carnicería que habían montado sus padres en la década de los 50 y que él asumió a principios de los 90. Todo el esfuerzo de años de sacrificio quedó bajo los escombros de la plaza y lo dejó sin trabajo, como al resto de minoristas del emblemático sitio.
Lejos de rendirse, Antonio Reyes decidió establecerse en la calle Canalejas, número 25, donde regenta un local pequeño, pero lo suficientemente acogedor para ofrecer a su clientela el mejor servicio.
Comparte mostrador y propiedad con su pareja Eliana Algañaraz, una argentina que mima la carne como nadie para que llegue a casa sin perder ni un ápice de calidad. Porque si algo caracteriza a este negocio familiar es el trato que dispensa al genero y, sobre todo, a todas las personas que confían en ellos.
Que te llamen por tu nombre y te asesoren según tus gustos son algunas de las claves del éxito de este comercio tradicional. Gracias al cariño que ponen en cada pedido, Antonio y Eliana se han ganado una «clientela fiel» que han estado a su lado en los peores momentos de la pandemia.
Profesionalidad y buen humor parecen los dos únicos ingredientes de la receta que hace que una carnicería como Antonio Reyes se vea tan bien como siempre. Al menos, son las armas que reconoce ante el espejo su propietario. «Tratamos que la gente se sienta como en casa y que se marche con una sonrisa en la boca», relata satisfecho Antonio.
En su tienda de la calle Canalejas podemos encontrar una amplia variedad de carnes, embutidos y, por supuesto, jamones. Pero también ofrecen al público conservas, pimentón de la Vera y anchoas de Santoña. Todo de primera calidad.
También se han adaptado a los nuevos tiempos, a las tendencias gastronómicas y a un perfil de comprador gourmet, por lo que Carnicería Antonio Reyes es un buen ejemplo de cómo encontrar profesionalidad y buen servicio cerca de casa. Y es que el coronavirus ha puesto en valor algunas joyas escondidas de nuestros barrios.
Fotos: Désirée Vicente Díaz