Bibliotecas humanas

Leer personas. Suena bien, ¿verdad? Leer personas. Es sugerente. Imagínense, acercarse a alguien y poder adentrarse en él como quien se sumerge en las páginas de un libro. Una historia, un contexto, sus antecedentes, dudas, amores, anhelos…

Y todo esto en una conversación en la que se permiten las preguntas y en la que están prohibidos los prejuicios. Insisto, suena maravillosamente bien, sobre todo, en un mundo en el que vivimos apegados a las pantallas y en el que apenas levantamos la vista. Es entonces cuando la conversación se alza como nuestra tabla de salvación.

En “Fahrenheit 451”, de Ray Bradbury, los insurgentes memorizan las obras para salvaguardar el saber en una distopía en la que se queman los libros para evitar que surjan conciencias críticas. Eran libros humanos. Se publicó en 1953 y casi medio siglo después, concretamente, en el año 2000, “la resistencia” la conformaron, nuevamente, Ronni Abergel, su hermano Dany, y sus amigos Asma Mouna y Christoffer Erichsen.

Los cuatro jóvenes lanzaron en Copenhague la primera biblioteca humana. Fue en un evento multitudinario. Durante cuatro días, los libros humanos no relataban las creaciones de otros, sino su propia vida. “¿Cómo vamos a entendernos si no tenemos la oportunidad de hablar unos con otros?”, dijo, en su momento Ronni Abergel. Ese fue el germen de un movimiento internacional «Human Library Organization», con presencia ya en 86 países –https://humanlibrary.org/

Si hace poco les hablé de la importancia de hablar https://eocomarca.es/simplemente-hablar/, hoy les propongo darle la vuelta. Centrémonos en escuchar. Con el lema “No juzgues un libro por su cubierta”, el objetivo es dar la oportunidad de conversar con otras personas con las que difícilmente nos toparíamos en nuestras vidas o a las que muchos no les prestarían atención. Político, niño, inmigrante, autista, trans, educador, alcohólico, refugiada, VIH, musulmán y abuso sexual son algunos de los títulos.

Y es que ese es el fin último del movimiento. Las bibliotecas humanas se constituyen como una oportunidad para desafiar los prejuicios y los estereotipos. Solo son necesarios dos ingredientes. Una persona que quiera hablar y otra que quiera escuchar. No hay más. Sin trampa ni cartón. Su funcionamiento es sencillo. 30 minutos de conversación. Cualquiera puede ofrecerse como libro humano. Solo hay que registrarse en su web. Y, también, se pueden organizar convocatorias. Invito a instituciones a que lo hagan. Es enriquecedor, es de sabios escuchar y es maravilloso conocer.

La globalización rompe fronteras, pero, por desgracia, viene acompañada del terror a lo desconocido. Precisamente, es de ese miedo a lo desconocido del que se aprovechan los extremistas para fomentar el rechazo, la desigualdad y la violencia y, precisamente, es en ese miedo en el que tenemos que apoyarnos para acercarnos al prójimo sin una idea preconcebida.

Faltan las palabras, el deseo de escuchar. Ya saben que me gusta leer, pero debo de reconocer que leer una persona es todo un reto que va más allá del conocimiento de mis amig@s, pareja o familia. Esta parte es la fácil. Lo complicado es sentarse delante de alguien a quien no has visto en tu vida y esperar a ver qué tiene que decir. Como periodista, soy curiosa por naturaleza y, por suerte, ejerzo una profesión en la que preguntar es una obligación, pero ¿y si no fuera así?

Lo mejor del libro humano es que cambia día tras día. No en vano, la perspectiva de nuestras experiencias es distinta según la miremos. Ahí reside la magia de las bibliotecas humanas. Ayudan a comprender la diversidad, a fomentar la comprensión de la comunidad y llevan a una mayor tolerancia y cohesión, que no es poco.

Acabamos de salir de un tiempo oscuro en el que hemos permanecido encerrados tras puertas y ventanas. Qué mejor para celebrar la vida, de volver a mirar hacia adelante, que fijarnos en el otro. No como una sospecha, sino como una oportunidad de descubrir un mundo mejor.

Inma Espinilla
Periodista

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  1. La iniciativa es preciosa. Creo que mirarnos en los demás es la mejor forma de entender al otro y aprender a ser empáticos. Gracias por apuntar los caminos que nos pueden ayudar a ser mejores como personas y como sociedad. Eres lectura obligada cada sábado!!!!

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